Maestra Lidia: así la conocen en El Quirche desde hace más de TREINTA años, a la licenciada y experimentada educadora cespedeña Lidia Limas Pol.
Esta maestra ha hecho de las aulas de la escuela primaria Vicente Chávez Fernández centro recién reparado capitalmente, una fragua de amor que ha forjado a unas cuantas generaciones de cubanos.
Admirada y respetada por niños y compañero de trabajo, acreedora de altos reconocimientos, entre otros, Vanguardia Nacional por SIETE años consecutivos, Delegada al XI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba y educadora ejemplar son sólo algunos de los méritos de esta mujer del magisterio.
Lidia Limas Pol resume en su entrega el sentimiento del maestro de estos tiempos.
Hace sólo un año se jubiló y al llamado de retornar a la escuela ahí está presente llevando las enseñanza del conocimiento y el saber a los que se preparan como futuros educadores.
En varias ocasiones me lo ha ratificado: Esta carrera ha sido para mi, la vida misma, yo, negra, descendiente de haitiano, hoy día ser maestra, licenciada es solo posible en un país como el nuestro, con una Revolución donde el ser humano es la única raza, por eso mis agradecimientos eternos a Fidel y a todos los que dieron su vida porque hoy tengamos todas estas oportunidades, mi retorno al sector educacional es sólo mi modesto aporte a lo mucho que me ha dado esta obra grande que se llama Revolución.
El orgullo de ser maestra dio a Lidia Limas Pol el sentido de su vida, la gratitud eterna de hacerse amor que educa frente a una pizarra, en su casa o cualquier esquina de la Comunidad El Quirche en el más occidental de los municipios camagüeyanos la ratifican como una mujer del magisterio.
Por eso su satisfacción mayor es que no la llamen por su nombre sino, que le digan Maestra.
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