Al
entrar en el Central Carlos Manuel de Céspedes usted lo puede percibir a simple
vista, es de esos hombres que son grasa pura, como bien se dice, por el estado
de su ropa y los trajines con los equipos del ingenio, donde exista una
dificultad, allí está Fidel González Guzmán. A nuestro
intercambio cuando llegamos a la citada industria me dijo: "Mucho gusto,
aquí, a pie de obra" a la vez que seguía enfrascado en sacar una caja de
bola de un gran equipo para revisarla y cambiarla según me explica y añade: "por ahora solo estamos en reparación, que por
cierto se avanza bastante bien".
Fidel
González Guzmán es uno de esos hombres enamorados de los hierros y con todo lo
que tenga que ver con equipos pesados. Cursó estudios en la escuela Luís Ramiro
López centro dedicado a la enseñanza del sector azucarero, allí se graduó de
mecánico tornero profesión que ejerció durante dos años, pero no duró mucho
tiempo para dedicarse a la mecánica por entero, y es aquí donde ha dedicado la
mayoría de sus años de experiencia.
Este hombre reconoce que la dedicación y
entrega a cada tarea asignada es el éxito de lo que uno de propone.
En la
actualidad es Mecánico Integral A y atiende el área de Bombas de la industria
azucarera Carlos Manuel de Céspedes en el camagüeyano municipio de igual
nombre.
Nuestro
entrevistado es un eterno enamorado a desarmar y armar piezas por pequeña o
grande que sea, le encanta todo lo que tenga que ver con dar llaves y que tenga
tornillos por cierto.
"Amigo
no hay nada como estar entre los hierros, aquí me siento satisfecho, a veces
con limitaciones de recursos porque sabemos las dificultades que se tiene para
adquirir una pieza fuera de Cuba, sin embargo, inventamos lo mismo una tuerca
que un eje, la cuestión es hacer azúcar y con eficiencia "
Fidel
González llega bien temprano cada mañana a la industria cespedeña, centro al
que vino la primera vez a prestar servicios y con el tiempo quedó atrapado para
mantenerse trabajando durante más de 30 abriles hasta este minuto.


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