Dijo alguien que los niños cespedeños tienen suerte, que las embarazadas son dichosas y me pregunto ¿fue al azar quien hizo la Revolución o el hombre?
Tener escuela no es suerte sino una realidad, obra de una proyección revolucionaria.
Si las embarazadas tienen todas las garantías de salud posible, no fue porque el hogar materno con que cuenta este territorio al occidente del Camagüey, cayó del cielo, sino, porque es el fruto de una concepción humanista de cómo construir la vida.
El municipio Carlos Manuel de Céspedes mantiene en cero la taza de mortalidad infantil, también la pre y la escolar.
No quiero echarle “maldeojo” a tanto esfuerzo de enfermeras, médicos y personal de apoyo, pero es muy justo que felicitemos al Programa Materno Infantil de este municipio agramontino, con alrededor de 26 000 habitantes.
Esto demuestra una vez más los logros del sistema de salud en la Mayor de las Antillas, comparado con el de los paises más desarrollados del universo.
Un Programa que puede hacer historia en este 2009, Si de salud y de Revolución hablamos.
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